Literatura 6.

 La narrativa hispanoamericana en la segunda mitad del S.XX. El BOOM de la narrativa: Borges, Cortazar, García Márquez, Vargas Llosa.

 
La narrativa es en la actualidad el género literario más prestigioso de la literatura hispanoamericana, gozando buena parte de sus autores de reconocimiento universal, especialmente a partir del llamado "boom" de los años 60. Con la palabra inglesa "boom" se alude a la rápida popularización de una serie de autores y obras hispanoamericanos a lo largo de los años sesenta en los ambientes culturales de todo el mundo. En un corto espacio de tiempo se publican grandes novelas: La ciudad y los perros, de Vargas Llosa (1962); El siglo de las luces, de Alejo Carpentier (1962); Rayuela, de Julio Cortázar (1963), y, sobre todo, Cien años de soledad, de García Márquez (1967), novela de un éxito sin precedentes. 
 
Pero la extraordinaria renovación de la novela hispanoamericana (tanto en las técnicas como en los temas) empieza antes, en los años 40, y tiene cuatro causas fundamentales: 
 
1 -Hay una reacción contra la novela realista y regionalista precedente, y una gran influencia de los grandes renovadores de la novela mundial: James Joyce, Proust, Kafka...y, sobre todo, del norteamericano William Faulkner.  La principal innovación fue el cuestionamiento de la omnisciencia del narrador. En la nueva novela el narrador ve limitado su conocimiento. Esta limitación se puede llevar a cabo de diferentes maneras: 
1 Focalizando la atención en los personajes, bien adoptando la voz de uno de ellos (narrador protagonista en 1ª persona), bien adoptando la perspectiva de un narrador personaje no protagonista (narrador testigo), o bien limitando el conocimiento del narrador externo.
2. Multiplicando las perspectivas (los narradores) con las que captar un acontecimiento. El multiperspectivismo es experimentado magistralmente por García Márquez en Crónica de una muerte anunciada.

3. Cediendo el protagonismo al personaje, que expresa su punto de vista mediante el monólogo interior, que puede llegar a ser caótico (fluir de conciencia) con la voluntad de reproducir fielmente el turbulento mundo interior.

 
2 - Cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diversos países de Hispanoamérica
 
3 - Desarrollo de la industria editorial hispanoamericana: el escritor no tiene ya que vivir pendiente del reconocimiento europeo. 
 
4 - Hay que citar también el exilio de los intelectuales españoles a Hispanoamérica en 1939, que contribuye al renacimiento cultural de estos países. 
 
NOVEDADES TÉCNICAS DE LA NUEVA NOVELA: 
 
El resultado principal de esta renovación fue la presencia de nuevas fórmulas para reflejar la realidad del continente americano. Las más importantes son las siguientes: 
 
-La literatura fantástica: mezcla de acontecimientos insólitos, sueños o universos imaginarios con una peripecia narrativa realista, como ocurre en los cuentos de Cortázar o Borges. 
 
-El Realismo mágico: Se parte de la realidad cotidiana exagerándola y dotándola de dimensiones maravillosas. El principal representante es García Márquez. El realismo mágico se utiliza para ampliar la percepción de la realidad y crear un mundo en el que la magia y los sueños son una parte integral de la vida. Los personajes en las obras de realismo mágico son retratados como personas normales que viven en un mundo en el que los acontecimientos fantásticos son aceptados como una parte natural de la vida.
 
-La metanovela: los límites entre realidad y ficción se difuminan y aparecen novelas que tratan de cómo se escribe una novela (Rayuela). 
 
-Se introducen técnicas narrativas modernas: 
A) monólogo interior (transcripción de los pensamientos tal y como estos acuden a la memoria, de forma caótica, repetitiva, obsesiva...) 
B) perspectivismo (proporcionado por la multiplicidad de narradores y puntos de vista) del que ya hablamos cuando citamos el cuestionamiento de la omnisciencia del narrador por parte de la nueva narrativa.
C) Alternancia de planos temporales: Mediante saltos o infracciones temporales: analepsis o salto-atrás-en-el-tiempo; prolepsis, anticipaciones o saltos-adelante; simultaneísmo o contrapunto.   Así, en ocasiones la obra comienza in medias res; en otras, se prescinde de desenlace, dejando abierta la novela, cuyo final debe componer el lector. Se rompe definitivamente con la estructura tradicional de introducción-nudo-desenlace. La narración deja de ser la realista y puede conformarse a través de varios fragmentos (como pinceladas) inconexos, que el lector (activo) debe recomponer –como un espectador de un cuadro impresionista– al terminar la novela.
D) El espacio. Se prefiere la concentración espacial: elegir un espacio muy delimitado (una familia, una ciudad, un pueblo) para concentrar en él la acción. Son microcosmos representativos del resto de la sociedad.
E) técnica de "collage" (introducción en la novela de materiales de diversos tipos: textos periodísticos, informes judiciales, cartas, etc). 
F) Uso de la parodia y del humor. 
 
 
TEMAS DE LA NUEVA NARRATIVA: 
-La crisis existencial del individuo: soledad en medio de la ciudad, dificultades de comunicación, falta de sentido de la vida...Por ej., Rayuela de Cortazar o El túnel de Ernesto Sábato. 
 
-Tema del dictador: poder absoluto, terror de las víctimas, la soledad y vejez del tirano, la corrupción del régimen, las conspiraciones...Una de las últimas novelas sobre este tema: La fiesta del chivo, de Vargas Llosa.
 
corrupción del régimen, las conspiraciones...La última novela sobre este tema, La fiesta del chivo, de Vargas Llosa. 
-La Historia de Iberoamérica: civilizaciones prehispánicas, conquista y colonización, guerras de la Independencia, revoluciones, dificiles relaciones con EEUU... Cien años de soledad, de García Márquez. 
-La propia realidad narrativa (metanovela): Rayuela, de Cortázar, con su tablero de dirección para que los lectores puedan escoger su manera de leer la novela es el ejemplo más representativo. 
La obra de Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986). Poeta, novelista, su faceta más conocida es la de escritor de cuentos, caracterizados por construir mundos de ficción que cuestionan la lógica de la realidad. y del universo. La gran preocupación del autor, la frontera entre realidad y ficción, se plasma por medio de símbolos: los espejos (que nos reflejan y nos repiten), los caminos que se bifurcan (el azar), el laberinto (físico y mental), la biblioteca (el universo entero), el sueño (que equipara realidad y ficción)...Para crear sus cuentos Borges acude a todos los subgéneros narrativos: crónicas periodísticas, narraciones filosóficas, policíacas, de aventuras, de ciencia ficción...y busca sorprender al lector con desenlaces inesperados. Entre sus libros, se pueden citar Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph, etc. Ver texto La Biblioteca de Babel, pág. 279) 
La obra de Julio Cortázar (Bélgica, 1914-París, 1984). El también argentino Cortázar escribió cuentos y novelas; entre estas últimas figuran títulos emblemáticos de la renovación narrativa como Rayuela (1962), anti-novela conformada por fragmentos dispuestos desordenadamente que puede leerse de dos maneras diferentes, según el lector sea un lector macho (activo) o hembra (dispuesto sólo a leer para entretenerse). En cuanto a los cuentos, en los primeros se aprecia la influencia de Borges, aunque Cortázar, en lugar de recrearse en temas librescos, se centra en personajes normales y aconteceres cotidianos, afectados de pronto por un fenómeno o presencia extraña e inesperada, pero nunca considerada por ellos como algo anormal (el atasco interminable de "Autopista del sur", el hombre que vomita conejitos de "Carta a una señorita de París", etc.). Ver texto de Rayuela, pág. 285. 
La obra de García Márquez (Aracataca, Colombia, 1928, premio Nobel en 1982).). Su producción incluye cuentos y novelas, muchas de las cuales se centran en un universo imaginario -Macondo- habitado por personajes que reaparecen en diferentes relatos conformando una especie de saga. Su obra cumbre, Cien años de soledad (1967) desarrolla los temas más destacados de la narrativa del autor: el amor, la soledad, el paso del tiempo...a la vez que refleja la evolución política y social de Hispanoamérica. Empezó como periodista y sus experiencias como tal le inspiraron obras literarias como Relato de un náufrago o Crónica de una muerte anunciada. Es el principal representante del Realismo mágico, citado antes. (Ver texto de Cien años de soledad, pág. 285). 
La obra de Mario Vargas Llosa ( (Arequipa, Perú, 1936, Premio Nobel en 2010). Autor de novelas y cuentos, su primera novela, La ciudad y los perros (1962) causó una gran sacudida en el panorama literario español e hispanoamericano. La acción se desarrolla en un colegio militar que de verdad existió, donde los "perros", esto es, los novatos, deben sufrir las crueldades y vejaciones de los veteranos. El colegio se convierte en una réplica de la sociedad peruana, del machismo y de la violencia extrema. Desde el punto de vista literario, las obras de Vargas Llosa se inscriben dentro de un realismo renovado, caracterizado por el uso del monólogo interior, perspectivismo, alternancias de tiempos y espacios, etc. Su obra todavía no ha terminado: dentro de sus últimas novelas cabe destacar La fiesta del chivo, sobre la dictadura de Trujillo en República Dominicana, El paraíso en la otra esquina, que recrea las vidas de la feminista socialista Flora Tristán y su nieto Gaughin, y la última, El sueño del celta. Ver texto de Conversación en La Catedral, pág. 291.
-La Historia de Iberoamérica: civilizaciones prehispánicas, conquista y colonización, guerras de la Independencia, revoluciones, difíciles relaciones con EEUU... Cien años de soledad, de García Márquez. 
 
- Predominio de la ambientación urbana: la mayor parte de estas novelas se desarrollan en la ciudad; París y Buenos Aires en Rayuela, Lima en La ciudad y los perros de Vargas Llosa.
 
-La propia realidad narrativa (metanovela): Rayuela, de Cortázar, con su tablero de dirección para que los lectores puedan escoger su manera de leer la novela es el ejemplo más representativo. 
 
 
La obra de Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986).
 
Poeta, novelista, su faceta más conocida es la de escritor de cuentos, caracterizados por construir mundos de ficción que cuestionan la lógica de la realidad. y del universo. La gran preocupación del autor, la frontera entre realidad y ficción, se plasma por medio de símbolos: los espejos (que nos reflejan y nos repiten), los caminos que se bifurcan (el azar), el laberinto (físico y mental), la biblioteca (el universo entero), el sueño (que equipara realidad y ficción)...Para crear sus cuentos Borges acude a todos los subgéneros narrativos: crónicas periodísticas, narraciones filosóficas, policíacas, de aventuras, de ciencia ficción...y busca sorprender al lector con desenlaces inesperados. Entre sus libros, se pueden citar Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph, etc. Ver texto La Biblioteca de Babel.
 
 
 
La obra de Julio Cortázar (Bélgica, 1914-París, 1984). 
 
El también argentino Cortázar escribió cuentos y novelas; entre estas últimas figuran títulos emblemáticos de la renovación narrativa como Rayuela (1962), anti-novela conformada por fragmentos dispuestos desordenadamente que puede leerse de dos maneras diferentes, según el lector sea un lector macho (activo) o hembra (dispuesto sólo a leer para entretenerse). En cuanto a los cuentos, en los primeros se aprecia la influencia de Borges, aunque Cortázar, en lugar de recrearse en temas librescos, se centra en personajes normales y aconteceres cotidianos, afectados de pronto por un fenómeno o presencia extraña e inesperada, pero nunca considerada por ellos como algo anormal (el atasco interminable de "Autopista del sur", el hombre que vomita conejitos de "Carta a una señorita de París", etc.). Ver textos de Rayuela.
 
 
La obra de García Márquez (Aracataca, Colombia, 1928- Ciudad de México 2010. Premio Nobel en 1982).
 
 Su producción incluye cuentos y novelas, muchas de las cuales se centran en un universo imaginario -Macondo- habitado por personajes que reaparecen en diferentes relatos conformando una especie de saga. Su obra cumbre, Cien años de soledad (1967) desarrolla los temas más destacados de la narrativa del autor: el amor, la soledad, el paso del tiempo...a la vez que refleja la evolución política y social de Hispanoamérica. Empezó como periodista y sus experiencias como tal le inspiraron obras literarias como Relato de un náufrago o Crónica de una muerte anunciada. Es el principal representante del Realismo mágico, citado antes. Ver texto de Cien años de soledad.
 
 
La obra de Mario Vargas Llosa ( Arequipa, Perú, 1936, Premio Nobel en 2010). 
 
Autor de novelas y cuentos, su primera novela, La ciudad y los perros (1962) causó una gran sacudida en el panorama literario español e hispanoamericano. La acción se desarrolla en un colegio militar que de verdad existió, donde los "perros", esto es, los novatos, deben sufrir las crueldades y vejaciones de los veteranos. El colegio se convierte en una réplica de la sociedad peruana, del machismo y de la violencia extrema. Desde el punto de vista literario, las obras de Vargas Llosa se inscriben dentro de un realismo renovado, caracterizado por el uso del monólogo interior, perspectivismo, alternancias de tiempos y espacios, etc. Su obra todavía no ha terminado: dentro de sus últimas novelas cabe destacar La fiesta del chivo, sobre la dictadura de Trujillo en República Dominicana, El paraíso en la otra esquina, que recrea las vidas de la feminista socialista Flora Tristán y su nieto Gaughin, y la última, Tiempos recios. Ver texto Los cachorros.
 
 

 

Borges y yo

 

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una

guitarra.

 

Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juego son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro. 

 

No sé cuál de los dos escribe esta página.

Jorge Luis Borges.

 

ACTIVIDADES:

                Este cuento juega con el tema del “doble”, que es un recurso típico de la literatura fantástica desde el romanticismo. Borges lo usa para hablar de sí mismo como persona y como escritor.

                A ¿Qué quiere decir que la literatura de Borges justifica a Borges? (“yo vivo, me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica”)

                B) ¿Por qué la literatura de Borges no “salva” a la persona de Borges?

                C) El final del primer párrafo es un enfrentamiento entre el Borges escritor y el Borges lector: “me reconozco menos en sus libros que en muchos otros”. A este respecto, ¿qué problema tiene la persona-Borges con el Borges-escritor?

 

                D) El último párrafo describe la trayectoria de Borges, que comenzó escribiendo cuentos sobre los pequeños delincuentes de los barrios de Buenos Aires y luego dio un giro para escribir los cuentos que le dieron fama mundial, con paradojas sobre el tiempo, etc. ¿Cómo resume, entonces, Borges su vida?

 

Los dos reyes y los dos laberintos

                Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto mejor y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribó sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "¡Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso".

                Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con Aquel que no muere.

Jorge Luis Borges

                ACTIVIDAD:

                La clave de la dificultad del laberinto del rey de las islas de Babilonia es que tiene muchas más alternativas que cualquier otro. ¿Cuál es la clave del laberinto del rey de Arabia?

 

 

 

RAYUELA

Julio Cortázar

 

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Capítulo 68

 

 

Continuidad en los parques

Julio Cortázar

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. 

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela. 


ACTIVIDADES:

1. Vuelve a leer este fragmento del texto: 

“Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada”.

a)  ¿Qué quiere decir que el amante no había venido a repetir las ceremonias de una pasión secreta? ¿Por qué los senderos son furtivos?

b) ¿Por qué debajo del puñal latía la libertad?

 

2. Explica el juego narrativo entre la realidad y la ficción que hace Cortázar en este cuento.

 

 

CIEN AÑOS DE SOLEDAD.

Gabriel García Márquez.

 

Pocos días después descubrió que tenía dificultades para recordar casi todas las cosas del laboratorio. Entonces las marcó con el nombre respectivo, de modo que le bastaba con leer la inscripción para identificarlas. Cuando su padre le comunicó su alarma por haber olvidado hasta los hechos más impresionantes de su niñez, Aureliano le explicó su método, y José Arcadio Buendía lo puso en práctica en toda la casa y más tarde la impuso en todo el pueblo. Con un hisopo entintado marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared, cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: vaca, chivo, puerca, gallina, yuca, malanga, guineo. Poco a poco, estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad. Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la cerviz de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el olvido: Esta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que hervirla para mezclarla con el café y hacer café con leche. Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita.

 

 

 

LOS CACHORROS

Mario Vargas Llosa.

 

Las clase de la Primaria terminaban a las cuatro, a las cuatro y diez el Hermano Lucio hacía romper las filas y a las cuatro y cuatro ellos estaban en la cancha de fútbol. Tiraban los maletines al pasto, los sacos, las corbatas, rápido Chigolo rápido, ponte en el arco antes de que se lo pesquen otros, y en su jaula Judas se volvía loco, guau, paraba el rabo, gua guau, les mostraba los colmillos, guau guau guau, tiraba saltos mortales, guau guau guau guau, sacudía los alambres. Pucha diablo si se escapa un día, decía Chingolo, y Mañuco si se escapa hay que quedarse quietos, los daneses solo mordían cuando olían que les tienes miedo, ¿quién te lo dijo?, mi viejo, y Choto yo me treparía al arco, así no lo alcanzaría.