Narrativa en prosa

La prosa de los siglos XIII y XIV

    La literatura castellana en prosa surgió más tarde que la literatura en verso por una razón fácil de comprender: los escritores cultos de la época consideraban el castellano como una lengua vulgar y preferían utilizar el latín para escribir sus obras en prosa. Sólo utilizaban el castellano cuando se dirigían al pueblo para enseñarle algo o para entretenerlo y entonces utilizaban el verso.

    En el siglo XIII, el rey de Castilla Fernando III el Santo ordenó que todos los documentos de su reino se escribieran en castellano. Esto favoreció el nacimiento de la prosa en nuestra lengua.

Prosa de no ficción.

Alfonso X el Sabio (1221-1284)

Fue rey de Castilla desde 1252 hasta 1284 y continuó la labor de apoyo a la lengua castellana que había comenzado su padre Fernando III el Santo.

Durante su juventud luchó en los ejércitos de su padre y conquistó Murcia a los árabes; pero más tarde dedicó su reinado fundamentalmente a empresas culturales.

Reunió en su corte un gran número de escritores y hombres de ciencia, cristianos, árabes y judíos a los que encomendó la traducción de muchos libros orientales, continuando e incrementando la actividad de la Escuela de Traductores de Toledo que había sido fundada un siglo antes.

Gracias a esta labor cultural se escribieron obras como:

Lapidario.  Es un tratado médico y mágico acerca de las propiedades de las piedras en relación con la astronomía redactado hacia 1250 que se conserva en la Biblioteca del Escorial.

Las siete partidas. Libro de leyes del reino de castilla.

Prosa de ficción.

Don Juan Manuel (1282-1384)

Don Juan Manuel nació en Escalona y murió en Córdoba. Era sobrino de Alfonso X el Sabio y nieto de Fernando III el Santo. Fue educado para ser soldado y para ser escritor; estudió latín, historia, teología, derecho..., mientras aprendía a luchar y a cazar. Cuando se hizo mayor tomó parte en las luchas de su época según sus intereses: lo mismo luchaba contra los moros que contra los cristianos. Fue enterrado en el convento de los dominicos de Peñafiel, fundado por él mismo, donde había dejado depositados los códices de su obra.

En sus obras utiliza un lenguaje exacto y conciso, con un estilo elegante y personal para, como afirma él mismo, enseñar y entretener.

El Conde Lucanor o Libro de Patronio es la obra más importante de don Juan Manuel. Costa de 51 narraciones diversas con intención didáctica que tienen siempre la misma estructura:

  • El Conde Lucanor expone a su criado Patronio algo que le preocupa o le intriga y le pide su opinión.
  • Patronio, para explicárselo, utiliza un cuento.
  • Don Juan Manuel, al final del ejemplo, resume la enseñanza o moraleja en un pareado (dos versos que riman entre sí).