Vamos a analizar las diferencias entre una noticia y un artículo de opinión a partir de un mismo hecho.

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Oraciones subordinadas adjetivas

 

Intrucciones para analizar una oración subordinada adjetiva: Aquí.

Un powepoint muy completo en el que explican las oraciones subordinadas adjetivas: Aquí.

Otro powerpoint en el que explican dudas razonables en la oraciones adjetivas: Aquí.

Una página con un buen número de oraciones subordinadas adjetivas analizadas: Aquí.

Actividades sencillas para identificar oraciones subordinadas adjetivas: Aquí.

Literatura

Resumen del tema en PDF: La novela durante el franquismo.

 

Vamos a leer este fragmento de la novela La familia de Pascula Duarte en el que podremos apreciar las características de la novela existencial.

Cuando murió no había cumplido todavía los diez años, el pobre no pasó de arrastrarse por el suelo como si fuese una culebra y de hacer unos ruiditos con la garganta y con la nariz como si fuese una rata, eso fue lo único que aprendió, Tonto había nacido, tonto había de morir, tardó año y medio en echar el primer diente. Teniendo la criatura cuatro años, un guarro le comió las dos orejas, se pasaba los días y las noches llorando y aullando como un abandonado y se pasaba los meses tirado por los suelos, comiendo lo que le echaban, y tan sucio que aun a mí que nunca me lavé demasiado, llegaba a darme repugnancia. Le entraban unos corajes que se ponía como loco.

Me acuerdo que un día que le dieron esos ataques, le dio por atacar al Señor Rafael, le mordió en una pierna, y este con la otra pierna le arreó tal patada es una de las cicatrices que lo dejó como muerto y sin sentido. El vejete se reía como si hubiera hecho una hazaña, la criatura se quedó tirada todo lo largo que era, y mi madre, ruin, no lo cogía y se reía haciéndole el coro al señor Rafael.

La familia de Pascual Duarte.

Camilo José Cela.

 

Aquí os dejo, en tres audios diferentes, la novela de Camilo José Cela leída por él mísmo.

Con este microrrelato podremos analizar algunas de las características de la narrativa experimental.

Nagasaki

Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en Hiroshima. Ahora, ellos han muerto. Yo sufro mucho por esta pérdida y también por mis horribles quemaduras. Ya sólo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos.

Dada la confusión de estos momentos, no creo que pueda llegar a Nagasaki enseguida, como sería mi deseo; pero sea como sea, yo camino hacia allá.

No quisiera morir en el camino. ¡Ojalá llegue a tiempo de abrazarlos!

Las noches lúgubres. Alfonso Sastre.

 

La lectura del siguiente texto nos servirá para comprender qué es un monólogo interior.

 

Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear.

Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui. No pensar. No pensar. No pienses. No pienses en nada. Tranquilo, estoy tranquilo. No me pasa nada. Estoy tranquilo así. Me quedo así quieto. Estoy esperando. No tengo que pensar. No me pasa nada. Estoy tranquilo, el tiempo pasa y yo estoy tranquilo porque no pienso en nada. Es cuestión de aprender a no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer que tú quieras hacer porque tu libertad sigue existiendo también ahora. Eres un ser libre para dibujar cualquier dibujo o bien para hacer una raya cada día que vaya pasando como han hecho otros, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir.

Tiempo de silencio. Luis Martín Santos.